Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 29.

En el hospital, el señor Hongseok estaba sentado en una silla al lado de la cama de Jungkook, sosteniendo su mano derecha y los recuerdos de los momentos difíciles y las luchas de su nieto envolvían su mente.

Recordó una escena particular de la infancia de Jungkook que siempre lo había conmovido.

"No había pasado tanto tiempo desde el accidente donde su hijo Juwon perdió la vida.

Jungkook estaba escondido en el jardín trasero de la casa, sus pequeños hombros temblaban por el llanto silencioso. Su madre estaba luchando contra el cáncer y él sabía que su enfermedad le causaba más preocupaciones. El señor Hongseok, al notar la ausencia de su nieto, salió al jardín y lo encontró detrás de los arbustos.

Hijo, ¿qué haces aquí solo? —preguntó suavemente, arrodillándose a su lado.

El pequeño ojiverde levantó la mirada, con los ojos llenos de lágrimas.

No quiero que mamá llore más. Está muy enferma y yo... yo le causo más dolor.

Hongseok sintió una punzada de dolor en su corazón, sabía lo difícil que era para Jungkook vivir con su enfermedad, y la carga emocional que eso añadía a la situación, pero además de eso tener que lidiar con la pérdida de su padre y la condición de su mamá.

Ven aquí, hijo —dijo Hongseok, extendiendo los brazos.

Jungkook se lanzó a los brazos de su abuelo, llorando desconsoladamente. Hongseok lo sostuvo con fuerza, acariciando su espalda.

Escucha, nada de esto es tu culpa. Tu mamá te ama más que a nada en este mundo, eres un niño increíblemente valiente, y estamos todos aquí para apoyarte.

Jungkook sollozaba, pero las palabras de su abuelo comenzaron a calmarlo un poco.

¿De verdad crees que soy valiente? —susurró, mirando a su abuelo.

Sí, lo creo y quiero que siempre recuerdes eso. No estás solo en esto. Siempre estaré aquí para ti, pase lo que pase."

El señor Hongseok suspiró profundamente, regresando al presente. Acarició suavemente la frente de su nieto.

—Siempre hemos sido un equipo, Jungkook. No te rindas ahora, vamos a superar esto juntos y también detendremos a Hyuwon, como siempre lo hemos hecho.

"Jungkook, ahora un adolescente, estaba en su habitación después de haber sufrido un accidente en la escuela. El señor Hongseok entró en la habitación y vio al pelinegro sentado en la cama, con la mirada perdida.

Jungkook, ¿cómo te sientes? —preguntó, sentándose a su lado.

Jungkook miró a su abuelo, sus ojos reflejaban la frustración y la fatiga.

Estoy cansado, abuelo. Cansado de no sentir nada, de no saber cuándo estoy herido, que cuando me preguntan dónde me duele no pueda dar una respuesta porque ni siquiera yo lo sé. Es como si mi cuerpo fuera mi propio enemigo, estoy harto de eso.

Hongseok puso una mano en el hombro de Jungkook, brindándole consuelo.

Lo sé, hijo, es difícil, pero sé que entre más pase el tiempo podrás cuidarte mucho mejor y entender lo que pasa con tu cuerpo sin necesidad de sentir dolor.

Jungkook asintió lentamente, eso era lo mismo que el doctor le había dicho, que él mismo aprendería a cuidarse y a tomar medidas para mejorar su confirmación.

Sintiéndose un poco mejor gracias a las palabras de su abuelo, le regaló una sonrisa y abrazo al señor Hongseok.

—Gracias abuelo, no sé que haría sin ti."

—Eres un luchador, Jungkook. Siempre lo has sido, así que por favor, despierta —suplicó apretando la mano de su nieto.

✧✦✧

Hyuwon se recostó en la silla de cuero, su mente trabajando incansablemente para encontrar una manera de salir limpio de la situación. Sabía que la policía lo buscaría por el incidente de Jungkook, más aún si su padre tomaba la estúpida decisión de delatarlo, y necesitaba un chivo expiatorio, alguien que recibiera toda las sospechas y la culpa por su parte.

Tomó su teléfono y marcó un número, pronto al otro lado de la línea Sungjae contestó.

—¿Qué necesita, señor?

Dado a que mi plan inicial falló debo desviar la atención a alguien más.

—¿Qué planea hacer?

—Tengo un trabajo para ti, uno que requiere precisión y discreción —respondió Hyuwon, su tono gélido y calculador.

Dígame qué es lo que necesita que haga.

—Necesito que coloques algunas pruebas en el lugar adecuado, lo suficiente para que la policía los encuentre.

Hyuwon le explicó con más detalles lo que debía hace, Sungjae se quedó en silencio por un momento analizando el plan antes de responder.

Entendido, ¿algo más?

—Sólo asegúrate que la policía reciba las pruebas.

Hyuwon colgó y se reclinó en su silla, satisfecho con su plan, él sería el chivo expiatorio perfecto. La policía se centraría en buscarlo y él podría seguir adelante con sus propios planes sin ser molestado.

Cerró los ojos por un momento y luego los abrió.

—Oh, es cierto, tengo que ir a hacerle una visita a alguien.

✧✦✧

Luego de haber sido interrogados por la detective Roseanne y el oficial Jung sobre el atentado contra Jungkook, Taehyung estaba preocupado por Jimin, notaba la tensión en sus hombros y como tenía la mirada perdida en cualquier lugar.

—Jimin, ¿estás bien? —preguntó Taehyung rompiendo el silencio que se había generado luego de los oficiales se fueran.

Jimin levantó la vista al escucharlo y forzó una sonrisa cuando volteó a verlo.

—Sí, estoy bien, Taehyung. Solo... es mucho para procesar.

Taehyung asintió, comprendiendo lo que Jimin estaría soportando en esos momentos.

—No puedo creer que alguien intentó matar a Jungkook, simplemente no se me ocurre como alguien podría hacerle algo tan cruel.

Jimin suspiró.

—Tengo algo que decirte.

Taehyung frunció el ceño, preocupado al ver la seriedad en el rostro de su amigo.

—¿Qué es?

—Yo ya sabía que habían intentado matar a Jungkook.

—¡¿Qué?!

El ojiazul tomó una profunda respiración antes de continuar.

—Escuché la conversación que la detective y el oficial Jung tuvieron con el doctor Lee después de que él avisara a las autoridades sobre el intento de homicidio.

Taehyung se quedó en silencio por un momento, eso explicaba muchas cosas.

—¿Por qué no les dijiste nada? —preguntó finalmente—. Creo que eso les explicaría tu reacción tan pasiva ante la confesión, porque quizás no lo notaste pero ambos te venían de manera sospechosa, incluso hasta a mí me pareció rara —confesó.

—Pensé que decirle resultaría más sospechoso, tal vez pensarían que los estaba espiando o yo que sé —explicó Jimin, bajando la mirada.

—Bueno, supongo que eso también es lógico pero aún así creo que sería bueno que explicaras tu reacción si en algún momento te vuelven a preguntar.

Jimin vio la sincera preocupación en los ojos de su amigo, decidió sonreírle levemente y sujetar su mano.

—No te preocupes, eso haré si me preguntan.

—Bien.

—Por cierto, mañana iré a ver a Jungkook. ¿Podrías acompañarme?

—Por supuesto que sí, pero tengo que entregar un pedido en la pastelería. ¿No te molesta si vamos por la tarde?

Jimin negó con la cabeza.

—Está bien, ¿hay más venta?

—Algunos de los invitados a tu boda hicieron varios pedidos. Supongo que les gustó lo que les ofrecimos.

—Eso es una buena noticia.

—Lo sé, quizás podremos recuperarnos así como antes y contratar a más personal.

✧✦✧

Hyuwon se encontraba en un callejón discreto, frente a una puerta metálica que daba paso a un edificio algo antiguo. Tocó tres veces, dos golpes suaves seguido por uno más fuerte, una señal conocida solo por aquellos que alguna vez habían tenido tratos con el famoso prestamista que se yacía llamar "El jefe".

La puerta se abrió lentamente y un hombre alto y fornido lo dejó pasar. Hyuwon caminó por un estrecho pasillo hasta llegar a una sala donde el Jefe estaba.

El prestamista estaba detrás de un gran escritorio de caoba, su presencia imponente llenaba la habitación. Al ver quien había llegado una sonrisa se dibujó en su rostro.

—Jeon Hyuwon —dijo levantándose para estrechar la mano del que había llegado.

—Lucius Santana —habló estrechando su mano y unos segundos después separando sus manos.

—Cuánto tiempo sin verte —dijo Lucius.

—Algún tiempo—respondió el pelinegro devolviendo la sonrisa con igual cortesía.

Ambos tomaron asiento.

—¿A qué debo el honor de tu visita? —preguntó Lucius, su tono cordial pero con un matiz de curiosidad.

Hyuwon se recostó en su silla, evaluando a su viejo amigo. Sabía que debía manejar la conversación con cuidado.

—Solo quería ponerme al día. Han pasado muchos años desde la última vez que hablamos —respondió—. Pensé que era hora de ponernos al día, recordar viejos tiempos —respondió Hyuwon, sentándose frente a él.

Lucius lo observó detenidamente, sus ojos oscuros brillando con una mezcla de desconfianza y curiosidad.

—Sí, viejos tiempos —dijo el prestamista recostándose en su silla—. Me acuerdo bien de nuestra última colaboración. Fue bastante... beneficiosa para ambos, ¿no crees?

Hyuwon asintió, sus pensamientos volviendo a aquel capítulo de su pasado. Lucius había sido instrumental en ayudarle y a cambio, Hyuwon había utilizado sus contactos para limpiar el nombre de Lucius, quien en ese momento estaba siendo investigado por la policía.

—Nunca he olvidado lo que hiciste por mí. Estoy agradecido —dijo Hyuwon, aunque ambos sabían que la gratitud no era la única razón de su visita.

—Bueno, los favores entre amigos siempre son recordados. Aunque debo admitir, me sorprendió tu visita.

Hyuwon se inclinó hacia adelante, manteniendo su expresión neutral.

—Solo quise ver cómo estabas. Hemos recorrido un largo camino desde aquellos días. Además, siempre es bueno mantener nuestra amistad.

Lucius asintió lentamente, sin dejar de observar a Hyuwon.

—Claro, las amistades son importantes.

En el fondo, ambos hombres eran conscientes de que la visita no era solo para recordar el pasado, sino para tramar un nuevo plan que asegurara el poder y eliminara cualquier amenaza que podría poner en peligro lo que ambos habían conseguido por propio lado.

—¿Realmente viniste solo para saludar o hay algo más en lo que pueda ayudarte?

Hyuwon se rió suavemente, reconociendo la verdad detrás de las palabras de Lucius.

—¿Cómo está todo en la empresa ahora que has asumido por fin el poder?

—Veo que estás al tanto de todo.

—No de todo pero veo las noticias —simplificó.

—Bueno, todo está bajo control —dijo Hyuwon con confianza—. Aunque recientemente he tenido algunos... problemas con mi sobrino Jungkook.

Lucius alzó una ceja, comprendiendo perfectamente lo que Hyuwon estaba insinuando.

—¿Lo que realmente quieres saber es si Jungkook sabe que la muerte de su padre no fue un accidente?

Hyuwon asintió lentamente.

—Me enteré que vino a verte hace algunos días.

Lucius dejó escapar una pequeña risa, apreciando la precisión de la información de Hyuwon.

—Veo que sabes todo.

—Solo algunas cosas.

Eso provocó una risa más amplia en Lucius, quien se recostó en su silla.

—Tranquilo, Hyuwon. Jungkook no sabe que tú fuiste quien ordenó la muerte de su padre. Esa verdad sigue siendo nuestro pequeño secreto.

Hyuwon sintió un alivio momentáneo, aunque seguía alerta.

—Entonces, ¿por qué vino a verte?

Lucius adoptó un tono más serio en su voz.

—Vino a saldar una deuda que su ahora esposo, Jimin, tenía conmigo. Parece que estaba decidido a proteger a su amado de cualquier problema.

Hyuwon entonces asimiló la información, actuó por impulso al mandar a matar a Jungkook sin analizar bien la situación, sin asegurarse si en verdad sabía la verdad. Eso había sido un gran error de su parte porque al final le resultó menos favorable.

Sin embargo todavía podía hacer algo para ganar ventaja de la situación, con esta nueva información podía planear con mayor precisión cómo desviar las sospechas que había en su contra y asegurarse de que la culpa cayera sobre alguien más.

—Ahora entiendo, entonces puedo estar tranquilo —comentó.

—Por supuesto —dijo Lucius—. Por cierto, me enteré que ahora está en el hospital. ¿Tú tuviste algo que ver con eso?

Hyuwon sonrió y eso fue una clara respuesta para el prestamista, quién negó con la cabeza mientras sonreía.

—Sigues siendo tan vil.

—Tu información siempre es útil —dijo Hyuwon, levantándose para irse.

—Es mi trabajo dar información —respondió Lucius.

Hyuwon le estrechó la mano a su viejo conocido una vez más.

—Fue un placer verte.

—Lo mismo digo.

Lucius lo acompañó hasta la salida y cuando la puerta se cerró detrás de él, Hyuwon respiró hondo. Sabía que había reavivado una conexión peligrosa, pero necesaria. Tenía que asegurarse de que todos los cabos sueltos estuvieran atados para que su plan funcionara.

✧✦✧

Jimin salía del edificio con Ayla metida en el canguro, iría a la pastelería, quedó de verse con Taehyung ahí. Se detuvo un momento para acomodar bien a la pequeña y cuando iba a caminar para ir hacia la parada de autobuses se dio cuenta de que a sólo un par de metros de él se encontraban dos personas con las que sinceramente no quería toparse, pues eran los sabuesos. Al parecer ya lo estaban esperando desde hace rato.

Su corazón comenzó a latir con demasiada fuerza, la ansiedad y el miedo se apoderaron de él tan solo con pensar en la paliza que podría recibir por no haber pagado las cuotas atrasadas del préstamo. Pero le preocupaba aún más que esta vez llevaba a su hija consigo, ¿qué tal si le hacían algo malo?

La sensación de pánico lo invadió de inmediato así que se dio la vuelta quedando de espaldas y con la esperanza de escapar de la situación planeó entrar nuevamente al edificio.

—¡Espera, Park! —gritó Mark al verlo y sin esperar se empezó a acercar junto con su compañero.

Jimin volteó a ver hacia atrás pero antes de que pudiera dar un paso hacia adelante los sabuesos lo alcanzaron y lo sujetaron de ambos brazos suavemente pero con firmeza.

—¡Por favor no vayan a hacerle nada a mi bebé! —exclamó Jimin abrazando con mucha fuerza a su hija—. Yo todavía no tengo el dinero, lo siento.

Jimin notó que los sabuesos lo miraban con una expresión que parecía más de confusión que de amenaza.

—Tranquilo, Park. No vamos a hacerte daño a ti ni tampoco a tu hija —le hizo saber mientras miraba a la bebé quien murmuraba cosas que eran imposibles de entender—. Solo queríamos hablar contigo —dijo Eril con una sonrisa que no hacía más que aumentar la inquietud de Jimin.

—Así es, sólo queremos hablar contigo—dijo Mark y su tono era sorprendentemente cortés.

Jimin parpadeó, desconcertado por la amabilidad de esos dos. No era la forma en la que ellos se comportaban, sin duda algo no andaba bien. Abrazó aún más a su pequeña para protegerla.

Ambos se pusieron delante de él.

—¿Qué quieren hablar? —preguntó, su voz temblando y su cuerpo sudando frío.

—Queremos entregarte esto —dijo Eril extendiendo una hoja algo arrugada hacia él.

Jimin lo tomó con manos temblorosas, y vio que era el contrato del préstamo que tenía con el jefe.

—¿Esto qué significa? —preguntó mirando a ambos con los ojos bien abiertos, pero aún más asustado

Los sabuesos le dieron entonces una mirada tranquilizadora.

—Queremos que sepas que tu deuda ha sido cancelada —anunció Eril—. El jefe ya no espera que pagues más.

Jimin frunció el ceño, sin poder creer lo que escuchaba.

—¿Están seguros? —dijo, dudando—. ¿Cómo es posible?, según yo todavía no había terminado de pagar. ¿No es otra estafa más?

Ambos negaron con la cabeza efusivamente, sólo se estaban limitando a cumplir con la instrucción de Jungkook de no mencionar nada sobre que él fue quien pagó la deuda.

—Ya has terminado de pagar, te lo aseguramos y queremos que rompas el contrato delante de nosotros para que no te queden dudas —respondió Mark con una calma.

—¿En serio?

—Por supuesto, anda, apúrate —dijo Eril y al mismo tiempo le hizo un gesto con la mano para incitar a que destruyera el contrato.

Jimin miró el contrato y luego a los sabuesos, estos tenían una sonrisa en sus labios y le decían que rompiera el contrato, finalmente con una mezcla de nerviosismo y felicidad rompió el contrato en dos partes delante de los sabuesos después es varios pedazos más y a medida que lo hacía, una inmensa sensación de alivio lo invadió. La presión de la deuda que lo había estado atormentando durante tanto tiempo se desvanecía al fin.

✧✦✧

—¡Taehyung! —exclamó Jimin acercándose al mostrador para luego colocar a Ayla en el portabebés.

El rubio notó la alegría desbordante en el rostro de su amigo cuando este se puso de pie y se volteó hacia él.

—¿Qué pasa, Jimin? Te ves muy contento, ¿acaso...

Ni siquiera pudo finalizar pues fue interrumpido.

—¡Lo logré! ¡Por fin pagué la deuda! —dijo Jimin colocando sus manos sobre los hombros del rubio.

Taehyung levantó una ceja, sorprendido.

—¿Qué? ¿Cómo es eso posible?

—Los sabuesos me entregaron el contrato del préstamo y me dijeron que la deuda estaba por fin saldada. ¡Rompí el contrato en muchos pedazos yo mismo! —no podía dejar de sonreír—. ¡Ya no tengo que preocuparme más!

Taehyung, aunque contento por la noticia sentía una ligera sospecha, era extraño que de repente todo ese problema con la deuda se resolviera tan fácilmente si durante años había sido un problema tan grande.

—Eso es... increíble, me alegra mucho —dijo Taehyung, tratando de sonar tan emocionado como su amigo, pero con una sombra todavía de duda en su mente.

Jimin, sin percatarse de la expresión de sospechoso de Taehyung continuó hablando emocionado.

—No sabes el alivio que siento —soltó a su amigo—. Pensé que nunca me libraría de esa deuda —incluso quizás hasta podría llorar de la emoción—, pero ahora que ya está arreglado puedo concentrarme completamente en Jungkook sin tener que preocuparme de que ellos vengan.

Cuando Jimin mencionó su nombre Taehyung recordó que su cuñado, sí, consideraba a Jungkook su cuñado, había estado al tanto de los problemas del ojiazul y de cierta forma no le fue difícil deducir lo que pasó realmente, pero decidió no decir nada y prefirió disfrutar del momento de felicidad de su amigo.

—Es realmente un milagro —dijo Taehyung y Jimin lo abrazó con mucha fuerza.

—Sí, no puedo creer que por fin pagué la deuda

—Pues créelo Jim —una sonrisa tierna y agradecida apareció en los labios del rubio.

Aunque Jungkook estuviera en el hospital y en coma, de alguna forma seguía encontrando maneras de hacer feliz a Jimin a pesar de la situación tan amarga que atravesaban y eso se lo agradecía mucho.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro